Qué es el síndrome de Cushing en caballos, también conocido como hiperadrenocorticismo o, más correctamente, como disfunción de la pars intermedia de la hipófisis (PPID, por sus siglas en inglés), es un trastorno endocrino común en caballos, especialmente en animales mayores. Esta condición es causada por un crecimiento anormal o hiperplasia de la glándula pituitaria (hipófisis), una pequeña glándula en el cerebro que regula varias funciones hormonales en el cuerpo del caballo. Como resultado, hay un aumento en la producción de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), lo que lleva a un exceso de cortisol, una hormona del estrés producida por las glándulas suprarrenales.

Suscríbete a AMURA
Causas del síndrome de Cushing en caballos:
El síndrome de Cushing en caballos se debe principalmente a un crecimiento benigno (no canceroso) de la glándula pituitaria, lo que provoca un aumento de la producción de hormonas, especialmente ACTH. A medida que el tumor crece, ejerce presión sobre otras partes de la glándula pituitaria y el cerebro, lo que provoca una disfunción hormonal generalizada.
Factores de riesgo:
- Edad avanzada: Es más común en caballos mayores de 15 años.
- Genética: Algunas razas pueden tener una predisposición genética a desarrollar la enfermedad.
- Metabolismo: Los caballos con antecedentes de resistencia a la insulina o síndrome metabólico equino (EMS) pueden estar en mayor riesgo.
Síntomas del síndrome de Cushing en caballos:
- Crecimiento anormal del pelaje: Crecimiento de pelo largo y rizado (hirsutismo), que no se desprende adecuadamente durante las estaciones cálidas. Este es uno de los signos más característicos del Cushing.
- Sudoración excesiva: Puede ocurrir debido a la incapacidad de desprender el pelaje adecuadamente.
- Laminitis crónica: Inclinación a desarrollar laminitis, una dolorosa inflamación de los cascos, a menudo recurrente.
- Pérdida de peso y desgaste muscular: Pérdida de músculo en la parte superior del cuerpo, especialmente sobre la línea de la espalda.
- Aumento de la ingesta de agua y micción frecuente: Polidipsia (aumento de la ingesta de agua) y poliuria (micción frecuente).
- Infecciones recurrentes: Mayor susceptibilidad a infecciones debido a la supresión del sistema inmunológico.
- Fatiga y letargo: Disminución del rendimiento y de la energía general.
- Apariencia de barril: Abdomen redondeado debido a la redistribución de la grasa corporal.
Diagnóstico del síndrome de Cushing
El diagnóstico del síndrome de Cushing en caballos generalmente se basa en la combinación de signos clínicos y pruebas de laboratorio. Algunas pruebas comúnmente utilizadas incluyen:
- Prueba de estimulación con ACTH endógena: Mide los niveles de ACTH en la sangre. Los caballos con Cushing suelen tener niveles elevados de ACTH.
- Prueba de supresión de dexametasona: Mide cómo responde el cuerpo del caballo a la administración de dexametasona, un tipo de esteroide. En caballos con Cushing, los niveles de cortisol no disminuyen como deberían.
- Medición de cortisol en orina o saliva: Puede ayudar a evaluar la función suprarrenal.
Tratamiento:
El tratamiento para el síndrome de Cushing en caballos se centra en el manejo de los síntomas y en la mejora de la calidad de vida del animal, ya que no hay una cura definitiva. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Medicación:
- Pergolida: Es el medicamento más comúnmente utilizado y efectivo. Es un agonista de los receptores de dopamina que reduce la producción de ACTH por la glándula pituitaria.
- Ciproheptadina: A veces se usa como tratamiento adicional en combinación con pergolida.
- Manejo dietético: Dieta baja en carbohidratos y azúcares para ayudar a controlar los niveles de insulina y prevenir laminitis.
- Cuidado del pelaje y del casco: Asegurar un buen recorte del pelaje durante las estaciones cálidas y proporcionar un cuidado adecuado de los cascos para prevenir o manejar la laminitis.
- Ejercicio moderado: Para mantener la masa muscular y prevenir la obesidad.
Prevención y manejo a largo plazo:
Aunque no se puede prevenir el síndrome de Cushing en caballos debido a sus causas relacionadas con la edad y la genética, el manejo cuidadoso y la vigilancia regular pueden ayudar a minimizar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Esto incluye chequeos veterinarios regulares, pruebas de laboratorio periódicas, manejo adecuado de la dieta y la actividad física, y una atención rigurosa al cuidado del pelaje y los cascos.
El síndrome de Cushing es una condición manejable con el tratamiento y manejo adecuados, y muchos caballos pueden vivir cómodamente durante años con un diagnóstico de Cushing si se les proporciona el cuidado apropiado.