Hola, soy Alwina Murawski, domadora profesional de caballos con experiencia en América y Europa. He trabajado con innumerables caballos y, créeme, sé lo frustrante que puede ser cuando Tu caballo no se deja ensillar. En lugar de un momento tranquilo de conexión, se vuelve una lucha de movimientos bruscos, sacudidas e incluso intentos de morder. Es un escenario que he visto demasiadas veces.

Pero quiero que sepas algo muy importante: este comportamiento no es un capricho. Tu caballo te está comunicando algo. Es crucial que entiendas la causa de su incomodidad para poder ayudarlo de la manera correcta. La buena noticia es que a lo largo de mi carrera, he comprobado una y otra vez que la doma natural nos da todas las herramientas que necesitamos para resolver este problema de una forma respetuosa, efectiva y, sobre todo, constructiva para la relación que tienes con tu caballo.
Entendiendo la resistencia cuando tu caballo no se deja ensillar
Existen varias razones por las que un caballo puede rechazar la montura:
- Molestia por el equipo: El recado o la montura pueden no ajustarse bien, o las cinchas pueden causar incomodidad, especialmente cuando se aprietan.
- Malas experiencias previas: Un ensillado brusco, una cincha apretada demasiado rápido o una montura que le ha causado dolor en el pasado pueden generar una asociación negativa.
- Problemas de espacio: Algunos caballos se sienten claustrofóbicos al ser ensillados en espacios cerrados, como galpones o cuartos de ensillado.

La solución: un regreso a lo básico
Si tu caballo muestra resistencia, el primer paso es volver a los fundamentos, tal como se haría con un potro. La clave es la paciencia, la constancia y, sobre todo, la confianza.
1. Ambiente seguro y tranquilo:
Trabaja en un corral circular o en un área segura y abierta. Esto le dará al caballo la libertad de moverse si se siente incómodo y te permitirá tener el control sin tener que sujetarlo con fuerza.
2. Presentación gradual de los elementos:
- El recado/montura: Simplemente presenta la montura. Deja que la huela y la toque. Pásala suavemente por su cuerpo sin intentar ponerla.
- Las cinchas: Una vez que el caballo esté cómodo con la montura sobre su lomo, presenta las cinchas. Tócalo con ellas, pásalas por debajo de su vientre y déjalo acostumbrarse a la sensación.
3. El poder del refuerzo positivo:
Cada vez que el caballo se mantenga quieto o muestre curiosidad hacia el equipo, recompénsalo con caricias y elogios. Esto crea una asociación positiva y le enseña que la montura no representa una amenaza.
4. Progresión con las cinchas:
El ajuste de las cinchas es un punto crítico. Apriétalas de a poco y de forma progresiva. Una vez que estén un poco ajustadas, pídale al caballo que camine unos pasos antes de apretar un poco más. Esto lo acostumbra a la presión de la cincha sin sentir una opresión repentina.
5. Permite que se exprese:
Si el caballo «salta» o se inquieta, no lo castigues. Es su forma de expresar su incomodidad. Permite que lo haga y mantén la calma y la seguridad en tu lenguaje corporal. Si tienes suficiente espacio y la situación lo permite, incluso puedes soltar el cabestro del bozal para que se mueva libremente y libere la tensión, demostrándole que puede expresarse sin que eso signifique un castigo.
Un trabajo de confianza y constancia para que Tu caballo se deja ensillar
Resolver la resistencia de un caballo al ensillado requiere tiempo y dedicación. Puede tomar desde unos minutos hasta varios días de trabajo constante. Sin embargo, la recompensa es invaluable: un caballo que confía en ti y que acepta la montura de manera tranquila y voluntaria.
La doma natural se basa en la comunicación y la empatía, y este proceso es un claro ejemplo de cómo una conexión sólida con tu caballo puede superar cualquier desafío.
¿Has tenido problemas al ensillar a tu caballo? Comparte tu experiencia en los comentarios y cuéntanos qué técnicas te han funcionado.